El Camino
Veo en tus ojos los
destellos
de un horizonte lejano,
desierto de silencios
caminas sin retorno.
Sombras femeninas desfallecen
ante tu impenetrable cuerpo,
y majestuosos los colores
descansan en tus manos.
Hermosos pies posees,
los mismos que te hicieron desertar
de tus raíces,
y los mismos que acompañan
a tu voz silenciosa.
Cadenciosas tus palabras
vuelan en mis oídos
y la pesadez de la vida
anida en tus hombros.
Quisiera acunar tus penumbras,
inquietando tu pelo enmarañado
con un soplo de mi viento
y hacerte reír sin mostrar los dientes.
Dedicado a Horacio Méndez
Luz E.G
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